miércoles, 8 de junio de 2011

Análisis crítico sobre el proceso de evaluación del aprendizaje

Pregunta 1:
La evaluación del aprendizaje es una disciplina cuya evolución se aceleró a partir del siglo XIX. Como resultado, actualmente existen diferentes perspectivas educativas que conllevan a determinar ciertas prácticas que permiten inferir qué tanto los alumnos han aprendido o logrado con relación a sus iguales o a metas preestablecidas.  Ante el proceso de evolución e innovación, ¿cuáles son las etapas más significativas de la evolución?, ¿por qué se consideran importantes éstas que mencionaste? Justifica tu respuesta.

Considero que la más significativa es la etapa de Tyler porque plantea una evaluación científica con la finalidad de mejorar la calidad de la educación, y en el proceso de la evolución es el primer momento en el que la evaluación se le considera como una parte fundamental para abonar a una educación de mayor calidad. Además, como menciona Escudero (2001) “esta evaluación ya no es una simple medición, porque supone un juicio de valor sobre la información recogida” (p.15). Permitiendo así la posibilidad de una evaluación más humanizada en la que se considera el desarrollo del individuo y su conducta, generando información no solo del alumno para sus padres, profesores e instituciones educativas sino de tener un panorama más amplio acerca de la eficiencia de los programas y del desempeño del profesor.
Además, considero que en el análisis histórico de la evolución las generaciones mencionadas por Guba y sus colaboradores son representativas de las etapas de cada época estableciendo de manera concisa y clara los sucesos realizados en el transcurso del tiempo. Plantean estos autores cuatro generaciones: en la primera generación se aborda la medición y se da en el primer tercio del siglo XX, en está se desarrolla la actividad del “testing”, como lo explica Garza E. (2004) la evaluación, en esta generación, era sinónimo de medición, prueba o examen; la segunda generación se caracteriza por la descripción, en está se presenta la reforma de Tyler, en la que las características principales es que se centra la evaluación en aportar una guía para mejorar el aprendizaje, es decir, en una evaluación más comprensiva (Escudero, 2003);  la tercera generación  se define por llevar a cabo la evaluación enfocada en  la valoración y el juicio no solo del alumno sino de todos los factores internos y externos del proceso educativo; por último, la cuarta generación, en la que según los autores la describen como la integradora al considerar que se enriquece con las tres generación anteriores, además de que es en la que nos encontramos actualmente. Esta generación también es conocida como constructivista al establecer planteamientos metodológicos del paradigma constructivista (Escudero, 2003). 

          Finalmente, creo que esta cuarta generación es trascendente al considerar a la evaluación de una manera más integral  porque la visualizan como parte de una serie de procesos como: el sociopolítico, de colaboración, de enseñanza-aprendizaje, continuo, recursivo, divergente, emergente y creador de la realidad. Por consiguiente, el rol del evaluador es más activo en un contexto socio-político concreto permitiendo la posibilidad de la mejora del proceso de enseñanza aprendizaje, que es justamente este el objetivo principal y final para el sistema educativo. Por lo tanto, se requiere que actualmente la evaluación llevada en nuestra práctica docente cumpla con los principios establecidos por Joint Comité: útil, factible, apropiada, adecuada, legitima, segura y precisa (en Escudero, 2003, p.27).

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