lunes, 26 de septiembre de 2011

Educación a distancia

Introducción

La educación a distancia (EaD) es una modalidad  que impacta en el ámbito educativo de una forma trascendental al generar una nueva forma de enseñar y recíprocamente de aprender permitiendo a profesionales de la educación a seguir su formación docente a pesar de su ritmo de trabajo y condiciones laborales. Esta modalidad  desarrolla en los alumnos habilidades de autoreflexión, autocrítica, autoevaluación, de análisis de información,  reconstruye los saberes culturales interactuando de manera multidireccional con sus compañeros a través de la discusión y el debate, pero sobre todo la capacidad de aprender a aprender, es decir, del proceso de hacerse consciente de las propias posibilidades de pensamiento, esta habilidad de aprender por cuenta propia, de ser autorregulado, interdependiente para vivir en una sociedad multicultural. Por otro lado, el rol del tutor en esta modalidad es ser un guía en el proceso educativo y su función principal es acompañar al estudiante  con una retroalimentación continua  para una mejora en el aprendizaje. En cambio, la institución tiene la función de apoyar al estudiante, motivarle, guiar, facilitar y evaluar su aprendizaje.
                Por último, la finalidad primordial de la EaD es cubrir las demandas de los mercados labores nacionales e internacionales desarrollando capacidades laborales en sus trabajadores. Además de contribuir en su profesionalización para el desarrollo del país mejorando en los distintos ámbitos de la sociedad el educativo, social, económico y político.




Educación a Distancia: una modalidad educativa innovadora.
La EaD es una modalidad de educación que surge para cumplir las necesidades específicas de una sociedad que requiere de una actualización continua y permanente pero que por cuestiones de carácter laboral o personal no tienen la posibilidad de una educación presencial. García (2006) la define “educación a distancia es aquello que hacen los que educan a distancia y aprendizaje a distancia lo que hacen quienes aprenden a distancia” (p.7). Para tener claro esta conceptualización de EaD se requiere de manera obligada tener acceso a los hechos, circunstancias y procesos que tuvieron lugar al nacimiento de esta educación para así generar comprensión de las circunstancias que están permitiendo la evolución de manera exponencial,  la apertura y la demanda que actualmente tiene en el siglo XXI.
En México, con el afán de atender  a la creciente demanda poblacional de tener acceso a la educación universitaria y a la formación profesional, se están aumentando las ofertas académicas para cubrir las demandas de los mercados labores a través de  la utilización de Tecnologías de Información y la Comunicación (TIC´s) que permiten la integración de nuevas comunidades académicas y la formación de profesionales capaces de atender las demandas de los actuales mercados laborales nacionales e internacionales  (Pérez, Favela, López y McAnally, 2005).
 El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) es un claro ejemplo de esta educación creando la Universidad Virtual (UV) que tiene establecida la misión: “ofrece educación de calidad utilizando modelos educativos innovadores, redes de aprendizaje y tecnologías de información avanzadas, para contribuir a la integración y desarrollo de las comunidades de habla hispana”. Esto ha implicado generar la posibilidad a profesionales de América Latina de cualquier disciplina estudiar una maestría en línea y de manera específica a trabajadores de la educación ofreciendo distintas maestrías especializadas en este ámbito a bajo costo a través de becas para los docentes y administradores educativos que permitan promover el desarrollo de su región y país. Por lo tanto, estos profesionales tienen la opción de continuar con una especialización a pesar de las condiciones laborales como pueden ser: los horarios, la movibilidad,  el exceso de trabajo, la economía, etc., como en mi caso, que actualmente soy profesor de asignatura en la Universidad de Guadalajara y profesor de secundaria en la Secretaria de Educación Pública (SEP) en las que tengo la obligación de cumplir con horarios de trabajo de carácter diurno donde no me permiten tener otra opción para mi continua formación docente,   esta modalidad en línea dispongo de manera libre del horario de estudio, con una colegiatura de bajo costo y sobre todo, teniendo la posibilidad de desarrollar mis competencias laborales que me exigen las  instituciones educativas. 
 José Escamilla (2007) según OECD menciona algunas de estas competencias laborales como son: habilidades interpersonales (trabajo en equipo, colaboración para lograr un objetivo común y liderazgo), habilidades intrapersonales (motivación y actitud, aprendizaje a lo largo de la vida, solución de problemas, comunicación efectiva, capacidad para adaptación y flexibilidad, confianza en si mismo y capacidad analítica) y  habilidades en el uso de las TIC. La globalización requiere que tengan conciencia de la existencia de distintos valores, normas culturales y visiones del mundo. Además conocimiento de la cultura, historia, política y de los sistemas legales y económicos de otras naciones logrando una comunicación intercultural.
            En la EaD el alumno tendrá que tener un alto nivel de compromiso en su aprendizaje, además de estar consciente de la gran responsabilidad que tiene en sus manos porque su aprendizaje es autodirigido. Esto justamente ha sido uno de los grandes aprendizajes que he recibido en mi formación en la maestría del ITESM, en desarrollar esas habilidades de autocritica, de autoreflexión, esa capacidad de saber que puedo hacerlo por voluntad, por interés personal con una motivación intrínseca en este afán de aprender por cuenta propia y ponerme mis propios límites. Como lo explica García (2006) “en la enseñanza a distancia el aprendizaje se basa en el estudio mayormente independiente por parte del  alumno, de materiales específicamente elaborados para ello” (p.21).
Además, César Coll (1989,  en Pastor, 2005, p.86) explica que “el alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje, es quien reconstruye los saberes de su grupo cultural, sucediendo que él puede ser un sujeto activo al manipular, explotar, descubrir o inventar, incluso, cuando lee o escucha a los demás”. En definitiva, esta situación es una realidad en mi experiencia como alumno de la maestría de Tecnología Educativa del ITESM al desarrollar habilidades de análisis de información, reflexión, redacción, etc.,  y sobre todo  la capacidad de interactuar con compañeros de otras regiones o de otros países generando una comunicación multidireccional logrando un aprendizaje colaborativo a través de la discusión y el debate. Por consiguiente,  la actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos que poseen ya un grado considerable de elaboración, pero el alumno lo reconstruye significativamente en el marco de su experiencia personal, de forma progresiva y comprensiva, representando los contenidos educativos como saberes culturales (en Pastor, 2005, p.86).
            Por otro lado, este autor explica que la función del maestro es engarzar los procesos de construcción del alumno, con el saber colectivo culturalmente organizado. En esta perspectiva, el docente se convierte en un orientador o facilitador de los procesos de conocimiento, delegando en el alumno su propia responsabilidad frente al aprendizaje (p.11). Significa que el rol del tutor en esta experiencia de aprendizaje a distancia es justamente el de ser un guía en el proceso,  se define en reorientar o especificar de manera más explícita y detallada las actividades propuestas en el curso, pero no por esto interviene en el proceso de creación de los productos puesto que su función se limita al acompañamiento del proceso, retroalimentando las actividades, más no a impartir un conocimiento especifico, eso le toca de manera obligada al estudiante, o sea, descubrir su conocimiento a su ritmo y al nivel que decida, sea de manera superficial o profunda dependiendo de su nivel de compromiso en su propio aprendizaje.
Finalmente, en el estudio a distancia se genera aprendizaje individual pero contando con el apoyo institucional, concurre que la institución tiene la finalidad principal de apoyar al estudiante al motivar, guiar, facilitar y evaluar su aprendizaje. 













Conclusiones

            La EaD contribuye en el desarrollo integral del alumno al fomentar sus estudios de forma independiente. A este respecto, García (2006) plantea que este modelo educativo permite una autonomía en cuanto a espacio, tiempo, estilo, ritmo y método de aprendizaje, generando la toma de conciencia de sus propias capacidades y posibilidades de autoformación (p.23). Además, esta modalidad educativa desarrolla la mayoría de las habilidades requeridas al trabajador del conocimiento y globalizado, creando una disposición general al cambio como en las formas de aprender, comunicarse y producir, reconocimiento de grupos y cosmovisiones distintas para desenvolverse en una sociedad del conocimiento.
Este modelo educativo impulsa al estudiante a mantenerse en formación continua y permanente en su profesionalización estimulando su compromiso como agente de cambio en el ámbito de la educación siendo capaces de actualizar sus habilidades a lo largo de su vida para lograr una congruencia en el sistema educativo.
            Por último, esta modalidad contribuye a generar un espacio donde el conocimiento, la cultura y  la sociedad se interconectan aprendiendo a vivir en un mundo multicultural y globalizado al interactuar a distancia con compañeros de otras regiones o países.






Referencias

García Aretio, L. (2006). La educación a distancia de la teoría a la práctica. (2da.). Barcelona, España: Ariel.

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,  (2011). Misión Universidad Virtual. Revisado el día 24 de septiembre de 2011. Disponible en:  http://www.ruv.itesm.mx/portal/principal/qs/mision/homedoc.htm

Escamilla, José. (2007). Hacia un aprendizaje flexible sin fronteras y limitaciones tradicionales. En Armando Lozano Rodríguez y José Vladimir Burgos Aguilar (Ed.), Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona  (pp 21-52). México: Limusa.

Pastor, M. (2005). La educación a distancia en el nuevo contexto tecnológico del siglo XXI.
            Revista de la Educación Superior, Vol.XXXIV 77-93. Asociación Nacional de
            Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Revisado el día 24 de
            agosto de 2011. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/604/60413606.pdf

Pérez, C., Favela, J., López G., y Mc.Anally, L. (2005). Educación abierta y a distancia:        Experiencias y perspectivas. UdG Virtual-Universidad de Guadalajara. Revisado el día 19 de septiembre de 2011. Disponible en:  http://iide.ens.uabc.mx/blogs/mcanally/?p=40