miércoles, 8 de junio de 2011

Análisis crítico sobre el proceso de evaluación del aprendizaje

Los procesos de verificación del aprendizaje,  a través de exámenes que evalúan el desempeño académico, actualmente se utilizan como mecanismos para la rendición de cuentas sobre el desarrollo educativo. Dichas prácticas son comunes hoy en día en América Latina. Es a partir de estas prácticas que se plantean tres preguntas: ¿Qué tan necesarias son estas prácticas evaluativas -censales o con base en muestras - en nuestros países?, ¿Qué beneficios está generando este conocimiento de la realidad a la luz de las pruebas?, ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Primeramente,  menciono una idea  acerca de la perspectiva sobre evaluar de Albert Einstein: “No todo lo que cuenta es evaluable, ni todo lo que puede evaluarse cuenta”. En este sentido, considero que la evaluación educativa es una actividad importantísima dentro del proceso enseñanza aprendizaje, en la que se tienen que sumar esfuerzos de las instituciones educativas, profesores, alumnos y padres para que conjuntamente se genere una conciencia masiva de la importancia del proceso de evaluación. A la vez, es compleja ya que constituye una tarea necesaria y esencial en la labor docente porque dentro del proceso educativo puede evaluarse todo, esto implica  aprendizajes, enseñanza, acción docente, contexto físico y educativo, programas, currículo, aspectos institucionales, etc., obligando a que se cuente con una capacitación constante para los actores de la educación con la finalidad de aprender a evaluar permitiendo el manejo y diseño de modelos alcanzando el objetivo primordial que es la calidad de la educación a través de los procesos evaluativos desde un nivel nacional como son las instituciones educativas hasta un nivel aula como es el desempeño del docente o la autoevaluación de alumnos. 
Por otro lado, la evaluación educativa permite identificar la situación de un país, de una comunidad educativa específica reconociendo así sus necesidades, oportunidades, fortalezas, amenazas facilitando comparaciones entre países que en conjunto con otros indicadores de desarrollo permitan ubicar la situación general del sistema educativo, igualmente las pruebas permiten identificar elementos internos y externos que pueden estar interviniendo en las diferencias de puntajes entre los alumnos evaluados. Al considerar  los resultados de las pruebas como un diagnóstico de la situación educativa, se pueden establecer programas en las instituciones educativas para mejorar la calidad educativa. Con respecto a las pruebas censales o basadas en muestras, estas dependen de la finalidad de la prueba, si se requiere dar a conocer a cada alumno cual es su rendimiento aplicaría una censal, si por el contrario deseamos medir programas o centros educativos se requiere una muestra poblacional que proporcione resultados generalizables y representativos de cada comunidad educativa..
Vidal (2009) nos explica como era la situación de la evaluación educativa en México antes de 1980 en la que los profesores evaluaban a sus alumnos de manera muy libre sin instrumentos estandarizados ni modelos evaluativos que les dieran herramientas para tener claro que se tenía que revisar para alcanzar los objetivos del proceso de enseñanza aprendizaje. Asimismo, creo que el docente en el desempeño de sus funciones en cualquier institución educativa, debe diseñar los instrumentos adecuados para verificar los resultados de lo que el educando aprende y lo que el docente enseña, así mismo conocer el ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿por qué? y ¿para que? de la evaluación. Por lo tanto, la evaluación es parte integral de una buena enseñanza, de hecho no es posible concebir adecuadamente a la enseñanza sin la evaluación. En consecuencia, una mejora en las propuestas de enseñanza y aprendizaje también requiere necesariamente un cambio significativo en los modos de entender y realizar la evaluación (Jorba y Sanmarti, 1993).

No hay comentarios:

Publicar un comentario